lunes, 18 de julio de 2011

Tiempo

Hace tiempo que pienso mucho en mí, en lo que hago y dejo de hacer, en lo que pienso o debería pensar, en lo que no siento y me gustaría sentir.

Hace tiempo que no abrazo a mi madre sin motivo aparente y le digo cuánto la quiero. Hace años que no lo hago y me lamento por ello, pero no doy el paso.

Hace tiempo que deseo con todas mis ganas ver a mi padre y estrecharlo entre mis brazos, algo imposible por la distancia que nos separa. Oler la colonia que le regalamos por Navidad, esa que me encanta. 

Hace tiempo que no abrazo a mis buenos amigos (con algunos ni siquiera tengo el valor de hacerlo). No conocen cómo soy realmente. Esto es lo que soy... 

Hace tiempo que me callo y no digo lo que a veces me gustaría decir entre lágrimas, privadas de caer en determinadas circunstancias.

Hace tiempo que me gustaría vivir ciertas situaciones y momentos, pero no se me ha dado la oportunidad para ello. Aunque bueno, quizás he sido yo quien no las ha sabido ver.

Hace tiempo que me imagino diciéndole "te quiero" a esa persona, pero no sé quién es, dónde está o cómo puedo encontrarla.

Hace tiempo que pienso en lo que me depara el futuro, si conseguiré o no mis objetivos, si iré a los lugares de los que estoy enamorada. Y no, entre ellos no está París. El francés no es, precisamente, lo mío.

Hace tiempo que me encuentro vacía y sola en este mundo. Me siento pequeñita, como si a nadie le importara. El silencio que me rodea me ensordece.

Hace tiempo que reflexiono acerca de mis errores o de cosas que podría haber hecho y no hice por miedo. 

Hace tiempo que estoy en proceso de construir mi fachada de hierro. Por favor, no permitas que me encierre en mí misma... 

Tiempo, tiempo... Todo es cuestión de tiempo.

2 comentarios:

  1. La sensación de sentirse pequeñito y solo es bastante común cuando uno piensa en todo lo que viene por delante y no tiene ni idea de cómo saldrá, de si será mejor o no.

    Dicen que todo es cuestión de tiempo, pero los años me han enseñado que hay cosas que el tiempo no cura si no dejamos que las heridas cicatricen. A veces basta con no regodearse en lo que perdimos y pensar que todos los días sale el sol. Todo esto me recuerda que había una frase por ahí, que no sé bien quién la dijo y decía algo así como que “en mi vida me preocupé por un un millón de problemas, el noventa y nueve por ciento de ellos nunca existieron realmente...”

    Creo que a veces nos comemos mucho la cabeza innecesariamente, debilidad humana supongo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, no podemos esperar que el tiempo nos cierre las heridas si nosotros no hacemos nada por dejar de hurgar en ellas.

      Eliminar