jueves, 8 de diciembre de 2011

Enajenados sine die

[...]
¿Qué quieres que te diga?
Cómo conquistar a la chica de mis sueños desde una pesadilla...

***
 
Sonríele constantemente y házle reír. Conviértete en su ladrón particular de sonrisas furtivas.
Mírale siempre a los ojos; como si pudieras descodificar su complejo códice, como si pudieras ganarle a aguantar la mirada. Obsérvala cuando ella no se dé cuenta y descubre sus manías. Como la del bolígrafo y las muecas.
Imprime vuestra foto favorita y métesela dentro del libro que abrirá esa misma tarde para estudiar. Con un poco de suerte harás que suspenda y ella fingirá necesitar tu ayuda para sacar adelante la asignatura.
Escríbele en clave usando la calculadora mientras estáis en clase de Estadística.
Quédate con ella un viernes en casa viendo pelis que bien podríais protagonizar vosotros.
Dile algo con doble sentido para que piense en ello e intente descifrarlo. Qué vamos a hacerle, le gusta sentirse como una Sherlock Holmes.
Desordena un poco su vida. Le vendrá bien tenerlo todo patas arriba un tiempo.
Cógela de la mano cuando te esté confiando un momento duro. Y cuando no, también.
Montadla en casa cantando We will rock you a todo volumen.
Házle cosquillas soplándole en el cuello hasta que llore de risa y os caigáis los dos del sofá.
Jugad al "capaz o incapaz", al más puro estilo de Quiéreme si te atreves. Crea las circunstancias necesarias para que surja lo que debe surgir ya.
Acércate cuando estéis hablando. Si se pone nerviosa, juguetea con las manos o gesticula en exceso, buena señal.
Llévala al parque cuando esté cayendo el atardecer, tumbaros en un claro sobre la hierba y haz que recuerde siempre ese momento. En parte, depende de ti.
No la despiertes con el anhelado "buenos días, princesa". Demasiado ficticio.

Pon esa canción en ese momento.
Olvídate accidentalmente del paraguas.
Dile que la quieres cuando ni siquiera tú puedas oírte.

Esto es lo que te hubiera aconsejado hacer para conquistarla de no haberlo hecho ya por ti solo. Claro que no me habrías hablado de ella porque me hiciste saber que ella era yo. Porque el inicial odio mutuo puede acabar en su suceso contrario...

2 comentarios:

  1. La línea entre el amor y el odio es demasiado estrecha. Se puede saltar de uno a otro con una facilidad pasmosa. ¡Buen manual de instrucciones para la conquista! Jejeje.

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    1. Tan estrecha que dejas de distinguirla y a veces quieres y odias al mismo tiempo… Siento decirte que ese manual en su conjunto es sólo válido para mí persona xD Hay quien se vuelve loca con un “buenos días princesa”. A la princesa se lo dan todo hecho, su vida (si es que tiene una) es aburrida y sin emoción, sólo espera a la llegada del príncipe, que luego resulta ser un calzonazos. La degeneración del tema era evitable, ¿vale? x)

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