sábado, 28 de mayo de 2011

Todo pasa por alguna razón

La red social, hasta aquél momento amiga por mantenerme informada de la vida de todos mis amigos aquellos que no me llaman nunca y se acuerdan de mi cumpleaños por el recordatorio de la página, los mismos que sólo me necesitan para hacerles "un gran favor, cuestión de vida o muerte"se tornó mi enemiga hasta el punto de eliminarla por completo de mi vida, y esta vez sería la definitiva.

Todo ocurrió un tal 27 de mayo, fechado en el 2011. Parecía ser un día más, aunque ya no tenía la ilusión de volver a verle merodeando por los pasillos del instituto; ya no.
El perfil de mi imposible en la red social decía que la noche del viernes 26 sería una gran noche: el 18º cumpleaños de uno de sus colegas. Lo que yo no sabía es que se podía llegar a odiar tanto una noche, un maldito día señalado en el calendario.

Dicha mañana del 27, abrí la red social, tecleé su nombre y, feliz al ver fotos nuevas en las que salía él, me dispuse a verlas con la sonrisa tonta de adolescente enamorada.

Mientras roía unas galletitas recién abiertas, mi estómago se encogió, la sonrisa desapareció a la vez que las comisuras de mis labios se aplanaban y los ojos se me llenaron de lágrimas que amenazaban con derramarse sobre la mesilla. Ya no tenía ganas de acabarme las galletas y mi cerebro no reaccionaba; no daba la orden de seguir clicando y ver las fotos restantes, no. La que tenía delante le bloqueó por completo.

¿Quién se hubiera imaginado que el chico aparentemente tímido, podría ser todo un experto en besar apasionadamente?
El mismo chico que, desde que yo tenía 15 años, en noviembre de 2009 o incluso antes, me gustaba, pero eso acabó en mayo de 2011, con 17. Iría más allá y diría que estuve (estoy) enamorada, pero son palabras mayores para dos personas como él y como yo, que apenas nos conocemos.

Sólo teníamos un grupo de amigos en común, ahora distanciado, sólo me comía con la mirada posada en mi, sólo me miraba fijamente cuando la gente hablaba, sólo se dio cuenta una amiga nuestra.
¿En serio? ¿Sólo? Había más, esos tímidos saludos, esas miradas al suelo escondiendo algo... Y también esas de los pies a la cabeza que intimidaban cuando iba un poco más arreglada de lo normal, porque sabía que me cruzaría con él.

Me gusta pensar que me lo he imaginado, que es una pesadilla de la que despertaré pronto o lo que sea. Pero soy incapaz de aceptarlo, asumirlo, lidiar con ello y pasar página. De momento.
Es complicado si llevas meses viviendo de la ilusión, de la mentira... De algo irreal. De algo que tienes constancia de que existió.

Nunca quise creer a las personas que me decían que "en el amor las cosas no son tan fáciles como tú las pintas". Qué razón tenían. Pero por lo menos ellos habían tenido la sensación de sentirse completos, ahora rotos, pero en su momento completos.

Ahora sólo puedo vivir de momentos junto a él, en los que no sentía lo que pretendo ignorar ahora: una fuerte atracción que tiende a enfermiza, como cuando x tiende a infinito. Viviré de las miradas que me lanzaba, de los besos cada vez que nos encontrábamos, de aquella casualidad cuando él estaba en la calle y yo en mi patio pero nuestras pupilas se encontraron a través de la puerta del portal que nos separaba... ¿Casualidad?

Mientras viviré recordando sus ojos cristalinos como el agua de cualquier playa paradisíaca que sólo se visita una vez en la vida, y ni eso.
De los momentos que le daban sentido a mi vivir: levantar la vista y toparme con sus profundos y misteriosos ojos que escondían algo sobre mi. Hoy día sé lo que ocultaban. Sólo curiosidad, me agrada pensar.

Supongo que él y la situación me venían grandes. La próxima vez pediré una talla menos. Pero me queda el consuelo de aquél que dijo "everything happens for a reason". También encuentro algo de tranquilidad cuando pienso que una niña de 16 años con un chico de 17 no pueden ir muy en serio y que, en cuanto menos me lo espere, este desagradable trance terminará.

Probaré a hacer un pequeño paréntesis como el de verano de 2010, negando que le quisiera y empezando una bonita historia con otra persona que no vaya a más o, quién sabe, igual no me hace falta otro clavo. De hecho, no lo necesito.

LA CRUDA REALIDAD

Llevaba todo el día sin hablar con nadie, temerosa de que pudieran hacerme alguna pregunta comprometida por la actitud que llevaba hasta entonces. Triste y deseando que fuera lo suficientemente de noche como para irme a la cama y poder derramar el resto de lágrimas que se vieron privadas de deslizarse por mis mejillas aquella mañana. Dulce momento de haber venido él a secarlas con sus manos.

Me pasé toda la tarde sentada en la terraza, escuchando la paz que transmitían los gorriones con su alegre y desenfadado canto. Viendo cómo mis vecinos se divertían en la piscina comunitaria.

Mirando y mirando... mis ojos chocaron con el edificio en el que vive, pero había poco que observar: los dos arcos de mi patio no dan para mucho y no alcanzaba a ver su portal, el nº 3. Mejor.
Me fui a mi cuarto y me conformé con las vistas desde la ventana, mínimas después de haber bajado los toldos.

Era hora de acostarse. Bajé un poco la persiana y me lavé los dientes. Lo mismo todas las noches. Ésta sería diferente.
Para mi sorpresa, al tumbarme y recordar lo vivido durante todo el día, no cayó ninguna lágrima. Tampoco lo forcé y decidí conciliar el sueño. Algo difícil. No tenía nada con lo que soñar despierta y acabar dormida.

La indignación me pudo y mis párpados se fusionaron como si de uno solo se tratase; ojalá mis pupilas no hubieran visto lo que presenciaron por la mañana. De ser así, la ilusión y la imaginación podrían salir a volar una noche más.

Los rayos de sol bañaban mi rostro y me desperté. Lo primero que hice fue pensar para intentar dar con las pruebas necesarias y poder verificar que todo fue un mal sueño. Ni rastro de ellas. La imagen en mi cabeza de  "Don Uva" y "Gloria Bendita" juntos era demasiado real y contaba con muchos detalles.

Espero que este suceso pueda ser considerado una etapa más en mi vida inaugurando el nuevo apartado de " chascos ". Esperemos que dicha etapa concluya antes de que mi salud mental se resienta.

FÁCIL

Sé que cuando llegue el lunes no le veré. Ni el martes, ni el miércoles. Ni siquiera el jueves y, si me apuras, nunca. Ojalá me olvide pronto de su cara de niño, de sus manos grandes y suaves que nunca toqué, de sus carnosos labios que imaginé besar hasta desgastarlos. De sus ojos transparentes por los que no alcanzaba a divisar sus intenciones.

Recuerdo como, nada más ver el retrato, me fui directa a mis estanterías repletas de libros, cogí el más colorido, lo abrí y retiré los dos papelitos que tenía  perdidos entre sus páginas. Leí su nombre completo una vez más antes de romperlo en miles de trozos de forma que fuera tedioso pararse a reconstruirlo. Fue una liberación.

Espero que la amiga que presenció el juego sepa esto y no tenga que decirle que mire la novena foto... Aunque una imagen vale más que mil palabras.
También espero que ella no haya convocado aún la quedada con los integrantes que un día formaron el grupo, la misma quedada a la que le dije "me apunto si él va". Ya no, gracias. Prefiero apuntarme a todo lo que no esté relacionado con su persona.

VIVIR

En esta situación, ¿quién no querría volver a tener 7 años y olvidarse de los problemas en todas sus modalidades?

En vista de la imposibilidad, quiero centrarme en mi futuro y en nada más. En ser una estupenda filóloga inglesa a lo español (hay quien incluiría escritora) que pronuncie el inglés como nadie, que enseñe el español en algún país de habla inglesa como nadie.

Sentirme triunfadora. Patearme todo el mundo, sola o acompañada... da igual, eso es secundario. Visitar Londres (meterme en sus cabinas rojas y montarme en sus autobuses, sin olvidar presentarme al Big Ben); las ciudades más emblemáticas, para mi, de Estados Unidos: Nueva York (fotografiarme en la estatua de la Libertad con la taza con dibujos de la ciudad que me regaló mi hermana, mirar desde la acera al Empire State...), Los Ángeles (para poder volar un ratito), el barrio de Beverly Hills (pasarme todo el día mirando escaparates de tiendas que nunca podré permitirme pisar), San Francisco (andar por el Golden Gate), California (para probar las naranjas californianas), Venice Beach (tomar el solecito). Roma (arrojar un par de moneditas a la Fontana di Trevi), París (echarle mil y una fotos a la Torre Eiffel y comprar llaveritos de la misma a toda mi familia), Berlín (ciudad plagada de historia). Todo ello sin ¿cómo se llamaba? rondando en mi cabeza. Con 20 años las cosas habrán cambiado bastante, ¿no?

Hay que vivir nuevas experiencias, disfrutar y conocer gente original, distinta. Sonreír a los que pasen por tu lado, empaparte de lluvia y que te dé igual haber manchado tu camiseta favorita con el helado de nata que te chifla.

Estudiar para un examen importante durante meses en la biblioteca de la Facultad, suspenderlo y, antes de pensar en las críticas que tu madre hará dudando de que te lo prepararas bien, digas "tendré otra oportunidad".

Llamar a tu mejor amiga con la ilusión de verla esa misma tarde después de varios intentos de quedada fallidos, hacerlo de imprevisto y que te diga que está libre. Pasar con ella una tarde de piscina de las inolvidables.

Escuchar la canción que te encanta en la radio, la que llevabas siglos sin oír, y ponerte a cantarla e inventarte la letra mientras te duchas con la sonrisa iluminándote la cara.

Eso es VIVIR. Con rachas malas de vez en cuando, pero VIVIR. ¿Para qué está la vida sino para disfrutar del momento? Sonríe y vive a tope. No dejes pasar las oportunidades para saborear la vida una tarde de invierno por el mero hecho de que haga frío. En tal caso, abrígate bien.

P.D.: Reactivaré mi cuenta en la red social. Jamás volveré a mirar sus fotos. Algo positivo debe tener ser orgullosa, ¿no crees?. Alguien que hace sufrir no se merece que haga cosas por él sin que lo sepa.
Simplemente corramos un estúpido velo ¡Y A VIVIR LA VIDA! =)

2 comentarios:

  1. ¡Ay, las redes sociales! Dicen que el demonio existe y yo les doy la razón. Se llama Facebook, tuenti, Twitter… Cualquier lugar donde puedas torturarte viendo fotos de esa persona que amas o has amado en secreto o de esa persona que te dijo que en la vida estaría con alguien como tú…

    Seguro que si ahora relees la entrada te partirás de risa de la situación. A ojos vista es gracioso pero vivirlo te quita el aire del pecho. Creo que todos hemos tenido alguna historia así alguna vez. ¡A veces hay que lanzarse al pozo! Es mejor un rechazo que un “qué habría pasado si…”

    En fin, cómo ha pasado mucho tiempo tan sólo espero que ya hayas visitado muchos de esos lugares que soñabas y que estés un poquito más cerca de ser filóloga :-)

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    1. De hecho, cuando me dijiste que ibas a leerlo todo, estuve echando un vistazo y pensé: “patético, se merece borrarlo”. Luego reflexioné en que todos pasamos por etapas estúpidas y que esa entrada era todo lo que quedaba de una de ellas xD

      Es altamente probable que no te importe, pero ya que conoces retales sueltos de mi vida, voy a ir dándole sentido a la historia, ¿no? Aún no he salido de España pero mientras me motiva cada día más el ir aprendiendo inglés en la carrera :D Creo que es de las pocas cosas que he hecho bien en la vida xDD

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