Me corrijo: another day in helldise. Llevo cuatro días que apenas duermo. Tú y yo sabemos de quién es la culpa, que hasta cuando no estás me robas horas de sueño, las únicas en las que no pienso en ti. Te escribo por las noches mientras me muero poco a poco escuchando las letras de Andrés Suárez. Podría volver a ti pero llegados a este punto de la derrota es un ataque-intento inútil, gratuito y absurdo. Muy absurdo. Porque todos los golpes que nos pudiéramos haber llevado ya los hemos recibido. Estoy desencantada con el mundo. Con las personas que hay en él. Todas parecen estar a la espera de la excusa perfecta para alejarse. En cuanto la encuentran no importa que sean seis años, no importa que sean seis meses. No les importa nada. Sólo el final y que quieren llegar a él. Les da igual lo que hayáis podido pasar durante el camino. No les importa lo que tengas que decir, no escucharán las razones que te han movido todo este tiempo. Les das exactamente igual.
Todo ha vuelto a pasar. Estos días me has llevado por el casco antiguo de la ciudad. Me has hecho flotar por calles con tu música en mis oídos. He vuelto a sentirme querida por primera vez. He vuelto a oler tu colonia (y eso sí es verdad). Todo ha vuelto a pasar. En mi cabeza. ¿Tú también estás haciendo un repaso de aquellos días? ¿Tú también estás sin saber qué escribir? Porque yo no hilo una sola frase con sentido desde que te lo quedaste todo. Llevo cuatro días menos contigo. Y tú, que llevas cuatro días más sin mí.
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