– A ver, recreemos la escena. Yo estaba sentado contra esta puerta, ¿no?
+ Sí. Había cuatro o cinco personas alrededor, también sentadas en el suelo.
– Y entre el ruido te susurré al oído que si me besarías.
+ Con otras palabras, pero a fin de cuentas dijiste eso.
– ¿Quieres sentarte ya y dejar de dar vueltas? ¿Qué pasó después?
Conocía de sobra sus impulsos y los de él. Pensó que quizás no saldría bien pero igualmente se acomodó a su lado, apoyando la cabeza en su hombro. Respiró.
Conocía de sobra sus impulsos y los de él. Pensó que quizás no saldría bien pero igualmente se acomodó a su lado, apoyando la cabeza en su hombro. Respiró.
+ Los demás salieron al patio mientras que tú y yo nos quedamos aquí.
– Solos.
Tras una larga pausa en la que entrelazaban sus manos, ella buscó sus ojos y se apresuró a decirle:
+ Siempre logras convencerme. No sé por qué te he contado esto...
Tras una larga pausa en la que entrelazaban sus manos, ella buscó sus ojos y se apresuró a decirle:
+ Siempre logras convencerme. No sé por qué te he contado esto...
– Porque quieres saber cómo acaba el sueño. Y a mí me encantaría continuarlo.
Con este texto esbocé una sonrisa tonta, como si yo pudiera sentirme protagonista, estar ahí y continuar el sueño jejejeje.
ResponderEliminarEste fue el sueño del que te hablé antes, el único del que he querido saber su final. Obviamente, imposible conseguirlo…
Eliminar