Si fuera más guapa y un poco más lista; si fuera especial, si fuera de revista, tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarte quién eres. Te sientas enfrente y ni te imaginas que llevo por ti mi falda más bonita. Y, al verte lanzar un bostezo al cristal, se inundan mis pupilas.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos; tú apartas la vista. Apenas respiro, me hago pequeñita y me pongo a temblar.
Y así pasan los días de lunes a viernes. Como las golondrinas del poema de Bécquer, de estación a estación. Enfrente tú y yo, va y viene el silencio.
De pronto me miras, te miro y suspiras. Yo cierro los ojos; tú apartas
la vista. Apenas respiro, me hago pequeñita y me pongo a temblar.
Y entonces ocurre, despiertan mis labios. Pronuncian tu nombre tartamudeando. Supongo que piensas "Qué chica más tonta" y me quiero morir...
Pero el tiempo se para y te acercas diciendo "Yo no te conozco y ya te echaba de menos", "Cada mañana rechazo el directo y elijo este tren".
Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado. Un día especial este 11 de Marzo. Me tomas la mano; llegamos a un túnel que apaga la luz...
Te encuentro la cara gracias a mis manos. Me vuelvo valiente y te beso en los labios. Dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón...
***
No creo necesario decir mucho más con estas palabras recogidas en una canción. Me apetecía hacer algo diferente y hoy me ha dado por escuchar este tema; de los pocos que consiguen emocionarme cada vez que los pongo.
Quiero dedicar este post a todos aquellos abuelos, padres, hijos, hermanos, amigos, compañeros, vecinos, etcétera, que fueron y son víctimas del atentado terrorista producido en Madrid el jueves 11 de Marzo de 2004.
Por las vidas que se quedaron a medias. Por las experiencias que nunca pudieron vivir. Por las discusiones que no se arreglaron. Por las personas a las que les arrancaron un trocito de sí mismas. No os olvidamos.
Por las vidas que se quedaron a medias. Por las experiencias que nunca pudieron vivir. Por las discusiones que no se arreglaron. Por las personas a las que les arrancaron un trocito de sí mismas. No os olvidamos.
Porque ésto no es algo que sólo se recuerda en su aniversario. Es algo con lo que se aprende a vivir. Algo con lo que se pueden hacer tres cosas: dejar que te defina, dejar que te destruya o dejar que te haga fuerte.
Cualquiera podríamos haber ido en esos trenes...
ResponderEliminarLa violencia sólo engendra más violencia aunque algunos no quieran verlo...
Ojalá que nunca se repita.