Me vi como si no hubiera pasado el tiempo. Tronando en silencio y a oscuras, lloviendo como si la tormenta nunca se hubiera ido realmente. Como si todo me ahogase tanto como en noviembre, cuando el dolor era puro y sólo estaba yo sentada sobre una alfombra. Algún día podré decir que él fue mi punto débil. Algún día. En pasado.
Si de verdad importé o importo algo, ¿cómo se puede estar tan jodidamente entero? O quizás la pregunta sea por qué estoy yo tan rota. ¿Por qué sigo esperando una llamada que no llegó? O un "ábreme la puerta que estoy aquí abajo". ¿Cómo puedo seguir atrapada en el agujero que cavó para enterrarme? Ese al que le ayudé sin saber que era para mí. ¿Por qué no me arregló con un te quiero? O igual sí quiso arreglarme pero no quererme; no más. ¿Cómo pudieron no temblarle las manos? A mí me temblaba el alma y hasta los cimientos que jamás tuve, y aún así me arrasó. ¿Por qué nunca me dijo "sigo enamorado de ti"? Puede que fuera todo a lo que me aferré para poder irme a dormir con el insomnio sin empapar demasiado la almohada. ¿Cómo pudo bromear en lugar de llorar? Cómo. Por qué.
Creo saber la respuesta a todos esos interrogantes: siempre es la misma. Pero las preguntas parecieron cambiar cuando por fin supe las respuestas...
Lo bueno del desamor es que gracias a él salen cosas como esta que has escrito.
ResponderEliminarTe dejo mi blog: http://martt13.blogspot.com.es/